¿Qué es objeto transicional?

Los profesionales llamamos “objeto transicional, de apego o de consuelo” a aquellos juguetes, ropa, mantas, etc. que cumplen la función de ayudar a un niño a afrontar sus miedos o cualquier otra situación que le genere ansiedad.
Si tu hijo está pasando por esa etapa en que no quiere soltar algún objeto, debes saber que es completamente normal, sobre todo si está entre los cuatro meses y cuatro años de edad. La razón es que, hasta ese momento, los niños no tienen absoluto control sobre el miedo a ser abandonados, lo que les dificulta desarrollar habilidades para socializar y empezar a ser independientes, por lo que establecen una relación especial con dicho juguete, que no forma parte de su cuerpo aunque tampoco lo reconoce como perteneciente a la realidad exterior.

Estos objetos se vuelven tan importantes para los niños que pueden llegar a ser sus acompañantes durante la mayor parte del día (de noche ni se diga, pues se vuelven imprescindibles a la hora del sueño). Gracias a esta “compañía”, el niño se siente más seguro. Representa el apego que siente con sus padres y le ayuda a controlar la ansiedad de la separación, mientras comienza a entender que es un ser independiente a sus padres.

Es importante mencionar que cada individuo experimenta de manera distinta las emociones y por lo tanto vive procesos distintos. Por lo que no todos los niños adoptan un objeto transicional, en algunos casos se habla de “fenómenos transicionales”. Algunos ejemplos de ello son conductas habituales como chuparse el dedo, acariciarse el pelo, tomar la mano de sus padres o no querer dormirse si uno de los padres no le canta una determinada canción.

¿Cuáles son las características de un objeto transicional?

Algunas de las características son:

  • Es elegido por el niño y no negociable. Por más intentos que hagan los padres de imponerle algún otro en particular, el niño simplemente terminará decidiéndose por su elección, sin importar que sea bonito o feo.
  • Tiene un olor especial. Como se trata de un objeto que el niño manipula constantemente, babear, arrastrar, dormir con él, etc, es lógico que tenga un olor particular y muy especial para él.
  • Es único. Por eso es importante que como papás le ayudemos a nuestro hijo a cuidarlo, ya que, en caso de que se extraviara, sería prácticamente imposible reemplazarlo.

Que el niño adopte un objeto transicional es absolutamente normal, signo de un correcto desarrollo psíquico y mientras no interfiera con su desarrollo socio-emocional, no se debe interferir ante él.