Los perros son animales conocidos por ser leales, inteligentes, empáticos y cariñosos, incluso se han ganado el  título de «El amigo por excelencia del hombre», por lo que muchas familias deciden convivir con un ellos.

Les cuento que la modelo de la foto que acompaña esta publicación, es mi perrita, Mila tiene aproximadamente tres (3) meses, no lo sabemos con exactitud pues fue abandonada recién nacida en una cajita. Una señora con gran corazón la rescató y la cuidó hasta encontrar una familia para ella, mi familia ha sido la afortunada y ahora estamos felices de que la vida nos encontrara para brindarnos alegría y amor mutuo.

Su llegada a nuestras vidas, me motivó a compartir esta información con ustedes que espero les sirva ya sea que tengan un perrito en casa o estén considerando integrar uno…

Expertos afirman que la compañía de un perro mejora la calidad de vida de todo ser humano, aumentando la longevidad, favoreciendo el equilibrio físico y mental, facilitando la recreación, reduciendo el estrés y disminuyendo la posibilidad de depresión en general. Sin embargo, en los niños, además contribuye en el desarrollo socio-emocional y, en la mayoría de los casos, mejora la integración de la familia.

¿Cómo ayuda una mascota al desarrollo de mis hijos?

Dentro de los muchos beneficios de que los niños convivan con una mascota desde temprana edad, podemos encontrar:

  • Estimula los sentidos, en especial cuando los niños son pequeños. También, contribuyen al desarrollo psicomotriz de los niños, estimulándolos a moverse, gatear y/o dar sus primeros pasos, caminar, correr, trepar…
  • Fomenta la responsabilidad, pues deben aprender a atender las necesidades de su mascota. Las responsabilidades irán integrándose de manera gradual, de acuerdo a la edad de tu/s hijo/s.
  • Favorece el aprendizaje de respeto hacia los diferentes seres vivos, si así lo enseñamos.
  • Promueve un autoestima saludable. El vínculo que generalmente se crea entre un niño y su mascota, puede hacer que el niño se sienta querido y valorado ya que, por ejemplo, el cariño de un perro es incondicional.
  • Disminuye el sedentarismo. Reduciendo el tiempo que pasan los niños en la televisión, tablet, video juegos, etc- y los mantiene activos físicamente, tanto dentro como fuera de la casa.
  • Fortalece el sistema inmunológico. Expertos afirman que los niños que están en contacto con animales desde temprana edad tienden a desarrollar menos alergias a lo largo de sus vidas.
  • Desarrolla habilidades sociales como: empatía, comunicación, afectividad, entre otras. El niño lo aprende con más facilidad con su mascota y luego lo reproduce en otras interacciones, en especial con la familia y con otros niños, facilitando su adaptación social.
  • Favorece su seguridad. Al sentir el apoyo de su mascota, le resultará más fácil atreverse a explorar y tomar pequeños riesgos necesarios para su crecimiento y eventualmente se irá sintiendo capaz.
  • Disminuye la posibilidad de vivir crisis por la llegada de nuevos hermanos, ya que estará acostumbrado a compartir su espacio, juguetes, atención y afecto con su mascota.
  • Reduce la ansiedad por separación cuando los padres no están en casa. Las mascotas son parte de la familia, son uno más en el corazón de los niños y pueden ser un apoyo emocional en estas situaciones.
  • Mejora las relaciones con otras personas. Los niños que crean un vínculo emocional con sus mascotas, son más propensos a establecer buenas relaciones con otras personas porque sabrán crear vínculos afectivos.

Maravilloso todo lo que nos pueden enseñar estos animalitos, ¿no?. Pero, también son una gran responsabilidad y debemos de analizar bien nuestro estilo de vida y posibilidades antes de asumirla para que ellos también puedan salir beneficiados al pertenecer a nuestra familia.