Es posible que los niños en edad preescolar no hayan escuchado antes las palabras “divorcio” o “separación’’. Como padres su tarea es darle información sencilla y clara. Pueden decirle que mamá y papá ya no vivirán juntos, pero que seguirá viéndolos a ambos. El mensaje más importante para su hijo es que seguirá recibiendo amor y atención de ambos, pase lo que pase. Antes de los 2 años es posible que el niño/a siquiera note o pase por alto los cambios en su entorno.

Sin embargo, un niño mayor de 2 años puede sentir ansiedad y preguntarse cómo van a cambiar las cosas. A los niños de 3 años en adelante les atemoriza el cambio y las pérdidas, no se sorprenda si su hijo muestra señales de inseguridad o regresión (que tenga pesadillas, que moje la cama o requiera mucha atención de su parte y de otras personas durante esta difícil transición). No obstante, incluso los niños más pequeños pueden ser muy fuertes y tienen una capacidad sorprendente de adaptación. La comunicación que mantengan con su hijo respecto a la separación antes, durante y después de que pase, determinará cómo vivirá este proceso.

Puntos a tomar en cuenta:

  • Si están considerando una separación o divorcio, comuníquenle a su hijo cuando estén totalmente seguros. No es necesario preocupar y confundir innecesariamente el niño. Infórmenlo unos días antes, una semana es una eternidad para un niño.
  • Escojan un momento en el que tengan tiempo de abrazarlo y reconfortarlo.
  • Darle esta difícil noticia juntos evita confusión y da la impresión de que fue una decisión mutua, también ayuda a conservar la confianza del niño en ambos padres.
  • Dejen claro que no es su culpa. Díganle explícitamente que la separación o el divorcio es una decisión de los adultos y que no tiene nada que ver con él. A esta edad los niños piensan en términos sencillos y pueden culparse de lo que está sucediendo, aunque no lo digan.
  • Eviten las acusaciones mutuas, discusiones y detalles del conflicto frente a su hijo porque eso sólo herirá sus sentimientos.