Las muy famosas rabietas/pataletas/mal comportamiento/malcriadez… son un tema que preocupa a casi todos los padres en algún momento. A pesar de esto, veo padres y NO padres, que critican y juzgan las familias en estos momentos de crisis, sobretodo cuando sucede en lugares públicos (supermercado, jugueterías, parques, etc). Es importante saber que el desarrollo del cerebro es un proceso largo y complejo, todavía hasta los 25 (o más) años muchos no logramos completarlo. Esta es la razón por la que los niños expresan las sensaciones y emociones sin filtro, pues su inmadurez (qué no es sólo una frase, es un asunto orgánico), no les permite gestionar adecuadamente sus emociones (incluso, muchos adultos no logran hacerlo). Por lo tanto es normal que mientras más pequeño sea el infante, los celos, enfados, alegrías, tristezas, frustraciones, entre muchas otras, se exhiban en plenitud.

La manera en como los adultos podemos ayudarlos a aprender a gestionar sus emociones es ofreciéndoles alternativas al comportamiento que consideramos inadecuado y modelando las conductas que queremos que ellos adopten con amor y firmeza. Por ejemplo: si no queremos que el niño pegue, nosotros no le pegaremos y le ayudamos a identificar lo que siente poniendo nombre a su emoción “veo que estás enojado, puedes apretar o pegarle a esta almohada/cama/colchoneta, pero a mamá debes respetarla” ; si no queremos que el niño nos grite, nosotros no le gritaremos al pedirle algo o corregirlo “entiendo que estés frustrado, puedes gritar en la cama/llorar, pero a mamá debes hablarle en un tono más bajo…
Sé que es una tarea difícil, pero es la única manera sana de educar a los niños y favorecer su desarrollo socioemocional.